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La escalera a la sabiduría

LA SABIDURÍA PROVIENE DE DIOS

Uno de los tesoros más preciados que puede tener una persona, es el logro de un carácter sabio.

 

"Hay oro y muchas perlas, pero nada más precioso que una boca sabia." Proverbios 20: 15.

 

La sabiduría es un estado de madurez mental y sentimental, que desarrolla un ser humano por medio de experiencias de vida, que le permite obtener conocimiento para tomar decisiones correctas frente a una determinada situación, generando bienestar para sí mismo y para las personas que lo rodean. 

 

Ciertamente, el logro de la sabiduría es una cúspide infinita, que solamente Dios es el único quien posee la sabiduría absoluta, perfecta.

 

Pero sin duda, como hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza, podemos moldear nuestro carácter para alcanzar sabiduría, dentro de nuestros límites humanos. Lograr sabiduría requiere constante esfuerzo y carácter, pues su incremento depende de cada superación de los peldaños que sepamos escalar día a día. Un carácter sabio se conjuga actuando con el mejor criterio en cualquier situación, es decir: desarrollando el sentido común, y justamente es aquí cuando una persona puede verse confundida, ya que podría creer que haciendo algo indebido, estaría obrando con sentido común. Por tal motivo, debemos entender que si la sabiduría absoluta es de Dios, y Dios es bueno; en consecuencia la sabiduría humana debe enfocarse a generar conocimiento para bien, para el amor, para la paz, para la evolución en santidad.

 

No hay una regla general para alcanzar sabiduría, pues todo depende de nuestra voluntad para buscar a Dios, comprender sus tiempos, y hacer su voluntad; así como el manejo de nuestras experiencias y lo que podamos aprender de ellas. Aun así, podemos contar con un esquema que nos guíe hacia el camino de la sabiduría:

 

1. BUSCA A DIOS: Quien busque la sabiduría, debe comenzar buscando a Dios como paso inicial. La búsqueda de Dios permitirá abrir un sinnúmero de puertas del conocimiento, del bien, de luz, del amor. Está escrito: "Invócame y yo te responderé, y te mostraré cosas grandes y secretas, que tú no conocías." Jeremías 33: 3. Una persona sabia es una persona buena. Para ser sabios debemos comenzar a despojarnos de todo lo que nos aleje de Dios (el pecado), un corazón bueno podrá aportar a la evolución de nuestra mente. Seguir a Cristo, nos lleva a la salvación y además nos genera una directriz para ser sabios. Leer la Biblia es leer a la enciclopedia de conocimiento pleno por excelencia. Y como ya sabemos, en un corazón limpio podrá albergar el Espíritu de Dios quien nos ayudará a discernir para escoger lo bueno, lo perfecto.

 

2. COMPARTE TUS CONOCIMIENTOS: Un sabio ser humano no cobra por enseñar lo que sabe, sino que lo comparte para que todos puedan aprender de sus experiencias y consejos. Ya sabes lo que dicen: "se aprende, enseñando" / "enseñar es aprender dos veces". En un mundo marcado por el dinero, se induce a que debes "pagar para saber". Es buen momento para romper este esquema del mundo. ¿Acaso Jesús se guardó para sí mismo todo lo que sabía?, ¿Acaso Jesús cobró dinero por sus enseñanzas, parábolas, curaciones y milagros?, ¿Acaso Jesús exigió dinero por enseñarnos a rezar el "Padre Nuestro"?. "Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente." Mateo 10: 7-8. Una persona que está alineada a la voluntad de Dios, debe entender que el conocimiento debe ser universal y no una mercancía manejada por pocos. No hay que confundir el "saber" con el "hacer" (bienes o servicios generados por el trabajo que evidentemente son dignos de recompensa económica. "Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario". Lucas 10 :7).

 

3. ATESORA TUS EXPERIENCIAS: Es de vital importancia saber que TODA experiencia es buena. No hay experiencias malas, una persona sabia, comprende perfectamente que aún en las experiencias tristes o conflictivas se aprende algo bueno. Un sabio sabe que si en una primera vez, tropezó con una piedra, en la siguiente ocasión podrá evadir la piedra. Debemos aprender de cada momento vivido, recordar colores, aromas, frases, gestos, acciones y reacciones.

 

4. INVESTIGA LO QUE NECESITAS: Por lógica, debemos tomar las riendas de nuestra ignorancia y convertirla en conocimiento. Si no sabemos algo, debemos preguntar. La investigación sobre aquello que desconocemos debe ser un hábito de vida. Debemos hacer preguntas si queremos evolucionar hacia un estado más sabio.

 

5. CULTIVA TU INTELIGENCIA CON EL DOMINIO DE TU CARÁCTER: El mejor criterio que podemos brindar, se expone cuando actuamos de manera inteligente, y para ello es primordial aprender a dominar nuestro carácter, nuestras pasiones. Un ser sabio, actúa con calma, no es impulsivo. Un ser sabio vive en paz y es ejemplo de amor. Un ser sabio piensa, analiza posibles escenarios y luego actúa. Al dominar nuestro carácter podremos ser responsables serios de nuestras decisiones.

 

 6. CAMINA CON RITMO MODERADO: El camino hacia la sabiduría debe ser moderado, ni lento ni apresurado. Debemos alinearnos con los tiempos de Dios. Podemos correr, pero no estrellarnos; podemos detenernos a descansar, pero no estancarnos. Debemos tomar un respiro para contemplar la belleza de la Creación, de la vida, de las oportunidades que pueden estar frente a nosotros y pueden pasar desapercibidas. Que tu tiempo libre se llene con aprendizaje en lugar de distracciones o vicios destructivos.

 

7. APRENDE DE LAS PERSONAS: Un punto fundamental es aprender de personas con más experiencia. Hay personas que han forjado una sólida personalidad y podemos tomar su ejemplo para moldear nuestra perspectiva. Comenzaremos por el Maestro de maestros: Jesús de quien debemos aprenderlo todo. En el mundo podremos también contar con la ayuda de un sacerdote como guía espiritual. También podemos encontrar sabiduría en muchas otras personas que son guías y tutores de la vida, aprendamos a reconocer la sabiduría en las personas que conocemos. Quizá tu modelo de persona sabia no sea necesariamente un profesor universitario, sino tu vecino de la tienda de tu barrio. Podemos ir descubriendo sabiduría en todas las personas que nos rodean, y pospuesto en nuestro entorno familiar (padres, abuelos, hermanos...). Las personas tienen valor por lo que son.

 

8. ABRE TU MUNDO AL MUNDO: El error más grave que comete una persona, es sentirse un "sabelotodo", que no necesita nada ni nadie para aprender. La sabiduría clave radica en que día a día forjemos nuestra capacidad para adquirir nuevos conocimientos, en una escalera de evolución. Nuestra sabiduría humana alcanzará su máximo nivel cuando dejemos este mundo.

 

 9. ACTÚA CON HUMILDAD: Jactarse del conocimiento es el golpe más aberrante al intelecto. La sencillez de un ser humano le da valor a su personalidad, ser humilde permite que nuestro verdadero "yo" brille. Ser humilde no es humillarse, es tener un equilibrio de nuestras acciones y reacciones con el fin de respetarnos y respetar a los demás. Ser humilde implica conocer nuestras debilidades y fortalezas para convivir con otras personas y mejorar en conjunto. Escuchar, obedecer y pedir, fortalece nuestro carácter.

 

10 SIMPLIFICA TU VIDA: La sabiduría a plenitud se consolida con el postulado de "ser responsable simplificando las cosas". Una artimaña del mundo para evitar la sabiduría humana es la complicación, el estrés por las cosas que no salen como queremos. Las personas que se complican pierden capacidad de reflexión, de reacciones inteligentes. Si vamos a caminar del punto A hacia el punto B, lo más simple es seguir una línea recta; pero en el mundo habrá quienes busquen caminos sinuosos y se inventen obstáculos y rutas complejas. Tomar los problemas como un peso y no como una oportunidad hace que la gente perciba las cosas más difíciles de lo que realmente son. Si nos mantenemos simples, relajados, la sabiduría florecerá.

 

  • "Un corazón inteligente adquiere conocimiento, y el oído de los sabios busca la ciencia." Proverbios 18 : 15.
  • "Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que la pida a Dios, y la recibirá, porque él la da a todos generosamente, sin exigir nada en cambio. Pero que pida con fe, sin vacilar, porque el que vacila se parece a las olas del mar levantadas y agitadas por el viento." Santiago 1: 5-6.

 

Recuerda esto: Una persona sabia no es quien tiene muchos conocimientos, sino quien los sabe utilizar de manera positiva para su beneficio y el beneficio de los demás. La sabiduría absoluta sólo la tiene Dios, pero podemos ser cada día más sabios, siguiendo su voluntad y tomando en cuenta que siempre habrá algo nuevo por aprender. Que cada día sea una escuela de aprendizaje y disciplina para poder llegar a casa y acostarnos a dormir "más sabios" de lo que éramos en la mañana al despertar.

 

 

Con afecto,

Javier. 

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