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Un toque de inteligencia emocional (Parte 2)

Dominar el hábito de vivir con inteligencia emocional es un verdadero talento que requiere mucha preparación, no en vano se dice que lo más difícil de vencer es a uno mismo. 

 

Y es que nuestros propios paradigmas mentales y nuestras emociones intensas, pueden llevarnos a extremos incalculables en nuestro proceder, a extremos que realmente no quisiéramos llegar a sentir, ni tampoco demostrar a los demás.

Para vivir con sensaciones gratificantes en nuestra propia relación interior y con los demás, es importante comprender las dos áreas integrales que consolidan las habilidades de inteligencia emocional: Área Intrapersonal y Área Interpersonal.

 

ÁREA INTRAPERSONAL.- Corresponde a la conducción de nuestro interior:

 

  • Automotivación espiritual.- Debemos pensar de manera positiva para influir en nuestro estado de ánimo, conectando nuestros pensamientos con fe y actuando de manera valiente, pero a la manera de Dios. "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni te asustes, porque Yavé, tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1, 9).
  • Autoconocimiento.- Debemos examinar nuestro interior, llegar a un pleno conocimiento de lo que nos alegra, de lo que nos detona y de lo que nos hace sentir mal, solamente así podremos enfocar nuestra habilidad para mejorar nuestra conducta y generar situaciones productivas.  "Examinemos a fondo nuestra conducta y volvamos al Señor"(Lamentaciones 3, 40).
  • Autocontrol.- Debemos tener la capacidad de manejar de forma serena nuestras reacciones, el dominio de la mente y del corazón es esencial para mirar con los ojos de Dios y actuar sanamente. Lo mejor del autocontrol es que podemos mejorar día a día, si nos enfocamos en trabajar en ello, basta con alejarnos del mal o de lo que nos hace daño interiormente. "Porque el Espíritu que Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de buen juicio". (2 Timoteo 1, 7).

 

ÁREA INTERPERSONAL.- Corresponde a la conducción de situaciones entre las personas que nos rodean:

 

  • Empatía.- Debemos tratar de sentir las emociones de quienes nos rodean, como si fuesen nuestras, solamente así podremos mejorar nuestra percepción interpersonal. "Eviten la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. Por el contrario, sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha perdonado en Cristo". (Efesios 4, 31-32).
  • Habilidades sociales.- Debemos interactuar con las personas de manera amistosa, respetuosa y cortés, esto es enriquecedor, y si definitivamente la otra persona no coopera, simplemente hay que alejarse pero no caer en la ira.    "Vivan en armonía unos con otros, no quieran sobresalir, pónganse a la altura de los más humildes. No presuman de sabios". (Romanos 12, 16).

 

Recuerda esto:

 

Los beneficios de una adecuada gestión emocional van más allá de la construcción del "yo interior" y de las relaciones sociales. El equilibrio sano de mente y corazón permite una mayor satisfacción de los éxitos, una percepción más dulce de la vida, mejoramiento de la salud (reducción de ansiedad, estrés, ira, depresión), aumento del carisma y la fe, mentalidad abierta a nuevas ideas. Busca ver algo de Dios en tus emociones, en tu interior y en los ojos de las personas con quienes te relaciones, seguro hallarás más fuerza para mejorar tus habilidades en perfeccionar tu inteligencia emocional.

 

Con afecto,

Javier

 

 

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