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Defendiendo nuestra fe con alegría (Parte 1)

La humanidad experimentó un trascendental cambio en su relación con Dios a través de Jesús, quien estableció una Nueva Alianza con su pueblo.

 

Esta relación se basa en el amor, en la unidad, en la alegría, en rendir frutos, en la renovación interior y en predicar su Palabra. Cristo rompió los esquemas tradicionales al sacrificarse Él mismo por la humanidad, para que todo el Plan de Salvación tenga un nuevo significado: Llegar a la plenitud de Dios a través de Jesús. Este lazo sellado con la Sangre de Cristo y su victoria en la Resurrección nos acercó a Dios en una profunda amistad: "Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros. (Juan 15, 15-17).

 

JESUCRISTO FUNDÓ SU IGLESIA: LA IGLESIA CATÓLICA

 

El amor de Jesús se manifestó antes de su pasión y resurrección, pues nos enseñó una Nueva Palabra y una manera más dulce de llegar a Dios a través de Él. Y justamente, antes de que lo apresaran para llevarlo a los tribunales, Jesús oró intensamente por nosotros ante Dios Padre, esta impresionante oración la podemos encontrar en el capítulo 17 del Evangelio según San Juan. Hay un extracto de esta oración en donde Jesús pone de manifiesto la unidad que debe existir entre Él, Dios y su Iglesia:

 

 

"No ruego solamente por ellos, sino también por todos aquellos que por su palabra creerán en mí. Que todos sean uno como Tú, Padre, estás en Mí, y Yo en Ti. Sean también uno en nosotros: así también el mundo creerá que tú me has enviado" (Juan 17, 20-21).

 

El mandato final de Jesús para levantar su Iglesia fue que su Palabra sea enseñada a todos los pueblos del mundo, es decir que sea universal. Asimismo quien sea miembro de su Iglesia, debe ser bautizado en nombre de la Santísima Trinidad: "«Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo». (Mateo 28, 19-20).  La promesa de Jesús fue que su Iglesia estará protegida por Él hasta el fin del mundo, es así que pese a 2000 años de ataques en contra de la Iglesia Católica, jamás ha podido ser destruida.

 

Jesús fundó una única Iglesia: la Iglesia Católica, pues en ella se establecieron las bases sólidas de las enseñanzas de Jesús en toda su integridad. Tal como se evidencia en los dos versículos anteriores, se muestra que la Iglesia de Cristo debe tener "unidad", ser "universal", "tener presente a la Santísima Trinidad en su bautismo" y "prevalecer hasta el final de los tiempos". Ninguna secta que profesa a Cristo lejos de la Iglesia Católica, puede acoplarse a esta realidad.

 

En cambio, desde los actos de la Iglesia Católica, hasta su propia etimología, sí encierran esta realidad. La palabra "católico", proviene del griego "kath'holon" (καθολικός), que significa "de acuerdo con el todo", "universal".

 

El fundamento de la Iglesia de Cristo es la unidad en el amor. Lamentablemente, ciertas personas han abandonado la Iglesia Católica para "predicar" a Cristo fuera de este fundamento. Es decir, buscaron una "religión que se acople a sus estándares",  por no haber estado de acuerdo con algún parámetro de la universalidad que el propio Cristo instauró para su Iglesia. Es así que desde que Cristo fundó la Iglesia Católica, ciertas personas han fundado sus propias "iglesias" para "acoplar" a Dios a su manera, en vez de dejarse moldear por Dios. Todas las sectas que se han creado luego de la Iglesia Católica, han sido fundadas por personas y no por Dios. Es triste que esta realidad tan evidente no sea palpable para ciertas personas que se han encaminado a otras creencias. El pecado del deseo de poder de algunas personas, ha ocasionado que se desvíen de la verdadera Iglesia de Cristo para crear religiones a su conveniencia y desviar a otras personas que sucumben por ignorancia o falta de amor sumiso a Dios. Y más triste todavía es saber que en nombre de Cristo algunas personas hacen lucro, buscan poder personal en el mundo y en su más terrible accionar: hacen que las almas se pierdan de Dios para llevarlas al enemigo.

 

Las sectas se argumentan en el siguiente versículo bíblico para considerar que ellos pueden fundar sus propias agrupaciones de fe: "Juan, dirigiéndose a Jesús, le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre y tratamos de impedírselo, porque no se junta con nosotros». Pero Jesús le dijo: «No se lo impidan, porque el que no está contra ustedes, está con ustedes»". (Lucas 9, 49-50). Pero si analizamos con sensatez esta lectura, podremos entender que Jesús respalda a las personas obrar en su nombre, siempre y cuando NO estén en contra de su Iglesia: "el que no está contra ustedes, está con ustedes". Cuando vemos que las sectas atacan a la Iglesia Católica poniéndose en su contra, y dejando a un lado el amor, es irrefutable asegurar que están lejos de lo que Jesús fundó. De hecho, en el Evangelio según San Marcos, dentro de este mismo argumento, vemos que Jesús habla con severidad a quienes pretendan desviar del camino a causa de una falsa predicación de Él:  "Y el que no está contra nosotros, está con nosotros. Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo. Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar." (Marcos 9, 40-42).

 

La Palabra de Dios es contundente para los que enseñan una doctrina distinta a la Iglesia que fundó Cristo, a ellos se les llama "anticristos", pues se apartaron de la UNIDAD que instauró Jesús: "Hijitos míos, ha llegado la última hora. Ustedes oyeron decir que vendría el anticristo; en realidad, ya han aparecido muchos anticristos, y por eso sabemos que ha llegado la última hora. Ellos salieron de entre nosotros, sin embargo, no eran de los nuestros. Si lo hubieran sido, habrían permanecido con nosotros. Pero debía ponerse de manifiesto que no todos son de los nuestros. Ustedes recibieron la unción del que es Santo, y todos tienen el verdadero conocimiento." (1 Juan 2, 18-20). De igual modo, en la última parte de este versículo, se manifiesta que quienes están dentro la verdadera Iglesia de Cristo tienen la unción del Espíritu Santo y por tanto el verdadero conocimiento de la fe.

 

A lo largo de la historia después de Cristo, los falsos profetas o fundadores de sectas han perturbado el Evangelio de Cristo, alterando su contexto para sus fines incorrectos. Para ellos hay palabras fuertes en las Escrituras: "Me sorprende que ustedes abandonen tan pronto al que los llamó por la gracia de Cristo, para seguir otro evangelio. No es que haya otro, sino que hay gente que los está perturbando y quiere alterar el Evangelio de Cristo. Pero si nosotros mismos o un ángel del cielo les anuncia un evangelio distinto del que les hemos anunciado, ¡sea maldito!" (Gálatas 1, 6-8).

 

Recuerda esto:

 

La obra de Cristo en su Iglesia es firme y tiene su promesa de protección hasta el fin de los tiempos, Jesús fundó una Iglesia unida, sin división, con una misma forma de pensar y sentir. La Iglesia Católica es la única que ha permanecido firme desde que Cristo la fundó hasta la actualidad, pese a cualquier momento crítico de la historia. Que el amor y la armonía de Dios nos permitan construir nuestros esquemas de vida: "Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de la Venida de nuestro Señor Jesucristo. Porque Dios es fiel, y Él los llamó a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, yo los exhorto a que se pongan de acuerdo: que no haya divisiones entre ustedes y vivan en perfecta armonía, teniendo la misma manera de pensar y de sentir". (1 Corintios 1, 8-10 ).

 

Al contrario de quienes atacan a la Iglesia Católica, Ella trata con amor a quienes se han separado y espera que vuelvan al original rebaño de Cristo. Nuestros hermanos separados siempre serán bienvenidos a la Iglesia Católica, basta adentrarse al verdadero conocimiento de Jesús y poner un alto a los anticristos que predican la división y el odio en nombre del Señor. Sin duda, al final, habrá un solo rebaño y quienes verdaderamente confíen en Cristo, escucharán su voz y dejarán de escuchar la voz del extraño:

 

"A otro no lo seguirán: más bien huirán de él porque desconocen la voz del extraño" (Juan 10, 5) / "Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor".(Juan 10, 16) 

 

Con afecto,

Javier

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